UC - Críticas
| País: USA. Año: 2013. Duración: 180 min. Género: Comedia.
Dirección: Martin Scorsese. Guion: Terence Winter; basado en el libro de Jordan Belfort. Producción: Martin Scorsese, Leonardo DiCaprio, Riza Aziz, Joey McFarland y Emma Koskoff. Música: Howard Shore. Fotografía: Rodrigo Prieto. Montaje: Thelma Schoonmaker Powell. Diseño de producción: Bob Shaw. Vestuario: Sandy Powell. Distribuidora: Universal Pictures International Spain.
Estreno en España: 17 Enero 2014. |
Interpretación: Leonardo DiCaprio (Jordan Belfort), Jonah Hill (Donnie Azoff), Matthew McConaughey (Mark Hanna), Kyle Chandler (Patrick Denham), Jean Dujardin (Jean-Jacques Saurel), Margot Robbie (Naomi), Jon Favreau (Manny Riskin). |
EL CIRCO DEL PODER
“El Lobo de Wall Street" es la nueva obra de uno de los mayores genios que ha dado el cine contemporáneo: Martin Scorsese. Dicho esto, decir que el entusiasmo generalizado que ha despertado el film es merecido, no lo colocaría a la altura de sus mejores obras ("Taxi Driver", "Uno de los Nuestros", "La Edad de la Inocencia" o "Casino", entre otras), pero sí muy arriba en su Top particular, especialmente entre las recientes donde parecía haber bajado algo el listón. Esta epopeya financiera del auge y caída de un especulador no muy diferente a los mafiosos que protagonizaban los films de gangsters del director, se convierte en una cachonda sátira sobre nuestra sociedad y sobre el circo del poder.
SINOPSIS: Empezando por el sueño americano hasta llegar a la codicia corporativa a finales de los ochenta, Jordan Belfort pasa de las acciones especulativas y la honradez al lanzamiento indiscriminado de empresas en bolsa y a la corrupción. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de la agencia bursátil Belfort le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero, poder, mujeres, drogas… las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada, nunca se conformaban con lo que tenían.
"El Lobo de Wall Street" son 3 horas de vertiginoso y gozoso exceso, gracias a la inseparable colaboradora de Scorsese en la sala de montaje: Thelma Schoomaker. Con un ritmo anfetamínico y alucinógeno, se nos explica en primera persona las aventuras y desventuras reales de Jordan Belfort (el punto de vista es clave para comprender el juego que se nos propone), una vida donde la ambición, el sexo y las drogas se convierten en los pilares fundamentales de un estilo de vida suicida que le lleva finalmente a enfrentarse ante la justicia (simbolizada por ese policía insobornable). Sin embargo, los que muchos han catalogado de crítica social a mi me ha parecido una perversa exaltación de la figura de un triunfador tramposo (como la mayoría de triunfadores en el ámbito económico) y de su modo de vida al límite sin reglas morales que la coarten como nos sucedería a la mayoría de ciudadanos.
Como ejemplo de eso quedarían las dos escenas finales montadas en paralelo, una dedicada al protagonista renaciendo de sus propias cenizas con un bolígrafo, personaje interpretado de forma soberbia (como siempre) por Leonardo DiCaprio, y otra dedicada a su antagonista, el policía anónimo que viaja como siempre en metro. Junto a DiCaprio, un reparto lleno de estrellas, donde destacaríamos la breve y genial aparición de Matthew McConaughey (tanto que se echa en falta que no vuelva a salir más tarde), un divertídismo Jonah Hill, como freak pasado de rosca, y como no, esa bomba sexual llamada Margot Robbie que supone todo un descrubrimiento. "El Lobo de Wall Street" es tan bestial en su presentación escénica, verbal y moral que no será del agrado de todos los espectadores, especialmente los más académicos, pero el resto disfrutarán de un espectáculo circense que sólo el virtuosismo tras las cámaras de Scorsese sería capaz de conseguir. Como muestra de su genialidad, la descacharrante secuencia en la que DiCaprio y Hill sufren los efectos tardíos de unas pastillas y como juega ahí con el punto de vista de su personaje en contraposición con la realidad. No te la pierdas.
